Los contratos son acuerdos que regulan muchas de nuestras actividades diarias: rentar un departamento, contratar servicios, comprar un vehículo o incluso solicitar un crédito. Aunque parezcan simples, firmarlos sin asesoría puede traer consecuencias legales importantes.

1. Lee siempre las cláusulas completas
Nunca firmes un contrato sin leerlo. Presta atención a los plazos, penalizaciones y obligaciones que pueden comprometerte más de lo que piensas.

2. Identifica las partes y el objeto
Un contrato válido debe indicar claramente quiénes participan (personas físicas o morales) y cuál es el objeto del acuerdo (qué se ofrece y qué se recibe).

3. Cuida las cláusulas de penalización
Muchos contratos incluyen penalizaciones desproporcionadas por incumplimiento. Revisar estos puntos es clave para evitar abusos.

4. Verifica la legalidad del acuerdo
Existen contratos que, aunque firmados, no son válidos si se basan en actos ilícitos o contrarios a la ley.

5. Considera la asesoría de un abogado civil
Contar con un especialista antes de firmar puede ahorrarte años de litigios y proteger tu patrimonio.

Conclusión
Los contratos son herramientas útiles siempre que estén bien elaborados. Una revisión profesional es la mejor garantía de seguridad jurídica.

Referencias:

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